El ultimo tigre de Tasmania
día 7 de septiembre, hace 85 años, murió en un zoológico australiano Benjamin, el último ejemplar que quedaba vivo de tilacino. Este animal, más conocido como tigre de Tasmania, era el marsupial carnívoro más grande de su época y con su extinción dejó un gran vacío en la isla que le daba nombre. El único recuerdo que quedó de é fueron unas fotografías y clips de vídeo. Evidentemente en blanco y negro
El tigre de Tasmania, o tilacino (Thylacinus cynocephalus), llegó a vivir por toda Australia. Sin embargo, tuvo un primer coqueteo con la extinción cuando emigró del continente Austriano. Las razones no están claras, aunque se cree que pudo ser por competencia con otros depredadores, como los dingos.
Se le acusó de devorar a las ovejas, por lo que se comenzó a cazar indiscriminadamente
Tras aquel episodio, únicamente los nativos de Tasmania conocían la existencia de este animal, que llamó poderosamente la atención de los colonos europeos a su llegada, en el siglo XIX. Se encontraron con animales parecidos a lobos, con una longitud de entre 100 y 180 centímetros, que incluía su larga cola. Tenían el cuerpo cubierto de pelo de color marrón amarillento y gris, con rayas más oscuras sobre el lomo.
Algunos colonos los describieron como hienas. Sin embargo, su cola tenía cierta similitud con la de los canguros. De hecho, pronto comprobaron que también era marsupial.
En su miédo e ignorancia, con la cultura de la caza y persecución inglesa a los hombres y animales, condujeron a la extinción a este ser único en su especie en los tempranos años del siglo XX.
Los colonos traían con ellos perros; que, al igual que los dingos, competían por comida y espacio con el tigre de Tasmania. Además, trajeron una gran cantidad de ovejas, que se convirtieron en presas fáciles para el tilacino. Esto generó un fuerte rechazo entre los pastores, que no tardaron en poner precio al animal, en busca de cazadores que les quitaran el problema de en medio.
Si a todo eso le sumamos que muchos de los animales de los que se alimentaban ya no existían y que los canes de los colonos les contagiaban el moquillo, nos encontramos con una extinción sorpresiva.
El tigre de Tasmania se declaró en extinción en los 80, pero el último ejemplar murió en 1936, dejando solo unas imágenes en blanco y negro.
Y un clip de vídeo coloreado por
Samuel-François Steininger, el director de Composite Films; un
estudio especializado en la coloración y restauración de imágenes cinematográficas